Es posible encontrar esta grande y hermosa ave en reducido número en las regiones centrales y ocasionalmente hasta Coquimbo, pero el centro de su distribución está bastante más al Sur en Aysen y territorio magallánico, donde ha logrado hasta ahora mantenerse en relativa abundancia. Vive tanto en los lagos cordilleranos como en los llanos y región costera; en invierno se le ve de preferencia en las lagunillas, canales y estuarios a lo largo de la costa sureña.

En su calidad del ave acuática más grande que habita en el país y dotado de un plumaje totalmente blanco a excepción de la cabeza y cuello que son negros, el Cisne puede ser reconocido de inmediato y a la simple vista. Además, su similitud con los cisnes domesticados hace innecesaria y superflua toda descripción o comentario. Los dos sexos son iguales.

De alimentación predominantemente vegetariana, aunque variada también con otros bocados como insectos acuáticos, huevos de peces, etc.,

El Cisne pasa la vida entera en el agua, nadando con exquisita gracia y elegancia y alejándose del ambiente escogido sólo cuando se ve obligado a ello por sus necesidades alimenticias o por la persecución del hombre. Para elevarse necesita un «campo de despegue bastante amplio, pero una vez en el aire vuela con toda facilidad y fuerza, pudiendo atravesar grandes distancias sin descanso. En ocasiones ha llegado a la isla de Masatierra (Juan Fernández), situada a 670 Kms. del continente.

Para anidar escoge los pajonales más espesos al borde de las lagunas, o cuando hay lugar para ello, los pequeños islotes alejados de las riberas, construyendo de los mismos juncos y pastos un nido semi-flotante muy grande y voluminoso. Pone en el mes de agosto o algo más tarde en el Sur, de cuatro a siete huevos de color blanco sucio, los que requieren alrededor de cuarenta días para su incubación.

Ave pacífica y poco peleadora durante el resto del año, en la época de la postura y crianza el Cisne macho se pone muy bravo, amenazando y atacando de hecho con picotazos y formidables aletazos a todo aquel que pretenda acercarse. Los cisnes nuevos nacen cubiertos de pelusa blanca y cuando salen nadando laguna afuera, acompañados de sus gallardos y orgullosos padres, presentan un cuadro tan elegante y decorativo que nos obliga a pensar en las bellezas que la naturaleza nos brinda.