Esta Gaviota, al igual que la peruana, es oriunda de las costas desérticas del Perú y Chile.

De color gris laucha uniforme, alas negras con ancho ribete blanco en la punta de las secundarias, cabeza blanca en verano o café pálido en invierno y pico y patas negros, la Garuma se distingue inmediatamente de cualquiera otra ave que frecuenta nuestras playas.

La Garuma está íntimamente asociada con playas arenosas que constituyen su hábitat preferido por no decir exclusivo y de las cuales obtiene cantidades verdaderamente ilimitadas de su alimento predilecto, el pequeño crustáceo, Emerita analoga, conocido corrientemente por el nombre de «limanche» o «pulgón de mar».

Al andar por playas arenosas es dable observar en cualquier época del año a grupos de estas Gaviotas corriendo por la arena al compás de las olas, avanzando con la resaca, clavando el pico en las partes recién destapadas donde las burbujas de aire delatan la presencia de su presa y retrocediendo en seguida a toda prisa ante el avance de la ola siguiente. De vez en cuando se ven también pequeños grupos en las rocas o islotes o en las dunas detrás de las playas, pero éstas son aves que están descansando o durmiendo después de haber satisfecho su apetito.

La nidificación de esta especie permaneció durante mucho tiempo como un gran interrogante para la ciencia, ya que anida, si se puede llamar nido, en plena pampa, en el desierto, decenas de kilómetros hacia el interior.

Pone los huevos en una depresión generalmente cerca de una piedra que protege a los huevos o pichones del viento.

Los huevos son enteramente diferentes del tipo corriente de huevo de gaviota, pues en lugar de café, su color de fondo varía desde el blanco con leve tinte gris perla hasta el salmón ocre pálido. Sobre este fondo llevan algunas pintitas apenas insinuadas de diferentes tonos de castaño, formándose así un conjunto no sólo muy bonito, sino también muy apropiado al ambiente del desierto, de fuerte luz, calor y resolana.