JILGUERO

(Spinus barbatus)

Fig. 1
Fig. 2
Fig. 3

Esta elegante y simpática avecita es abundante y de extensa distribución en el país, siendo bien conocida no sólo por este motivo, sino también por su plumaje amarillento y canto dulce que le han merecido el nombre vulgar de “Canario”. Habita todo Chile desde Atacama hasta Tierra del Fuego, salvo únicamente las regiones cordilleranas que pasan de 1.500 metros de altura, siendo especialmente abundante en las regiones australes, de las cuales emigra en invierno hacia la zona central; vive también en el lado oriental de los Andes desde frente a la provincia de Llanquihue (alrededores del Lago Nahuel Huapi) hasta el extremo sur del Continente. Es de notar que a nuestro lado de la cordillera sigue bastante más al Norte que en el lado argentino.

De tamaño muy parecido al Chirigüe, el Jilguero se distingue de aquél por tener toda la cara superior amarillo-verdoso en vez de café con estrías más obscuras, la cara inferior amarilla con tinte verdoso en lugar de amarillo apagado y una barra amarilla en las alas que atrae la vista cuando vuela. Además, en el ave macho, la frente, la corona y el centro de la garganta son negras, color que está ausente del todo en el Chirigüe. Los cantos también son muy diferentes, siendo el del Jilguero mucho más variado, y por lo tanto, más agradable.

Las costumbres del Jilguero son asimismo muy diversas de las del Chirigüe; frecuenta de preferencia las partes plantadas, especialmente los huertos, jardines y campos cultivados en las proximidades de las poblaciones y casas de fundos. En invierno se dispersa en grandes bandadas por los valles y llanuras, alegrando los alrededores con su canto tan dulce y musical. Es principalmente en esta época que se le hace objeto de asidua y rigurosa cacería, siendo muy apreciados como aves cantoras y domesticándoseles con gran facilidad. Su alimento consiste principalmente de semillas, pero se ha comprobado que come también las pestes (hongos) que atacan a los manzanos y otros árboles frutales.

En la zona central el Jilguero anida en septiembre o aún más temprano; en inviernos benignos hemos conocido casos en que ha empezado a construir su nido en Julio, poniendo de tres hasta seis huevos de un azul tan pálido que casi llega al blanco, y con ausencia completa o sólo una ligera insinuación de pintas finísimas de color café. El nido lo coloca casi siempre en las bifurcaciones de ramas de árboles frutales: es de tipo taza abierta y bien construido de musgos, pastos y fibras de raíces en su exterior y lanas y plumas en el interior.

Jilguero
Pablo Neruda

Entre los álamos pasó
un pequeño Dios amarillo:
veloz viajaba con el viento
y dejó en la altura un temblor,
una flauta de piedra pura,
un hilo de agua vertical,
el violín de la primavera:
como una pluma en una ráfaga
pasó, pequeña criatura
pulso del día, polvo, polen,
nada tal vez, pero temblando
quedó la luz, el día, el oro.

Fig. 4
Fig. 5
Fig. 6
Cuándo observar:
Residente