Muy abundante desde Coquimbo hasta Aysen y ocasional en Atacama y el territorio magallánico, esta Tórtola es, sin duda, el ave de caza chilena por excelencia. Se la encuentra por igual en todas partes del Valle Central, en la zona de la costa y hasta unos 2.000 metros en la cordillera de los Andes.
Algunas especies de esta familia son las aves más pequeñas del mundo. Generalmente son de colores vivos con brillos metálicos. El pico puntiagudo y la lengua sumamente larga y extensible son apropiados para extraer el néctar de las flores que constituye su alimento.
Si conceptuamos «abundancia» en términos del número de individuos que habitan un espacio o territorio determinado, entonces la Diuca es, sin lugar a dudas, el ave más abundante en toda la extensa zona comprendida entre el Sur de Coquimbo y Aysen, pues exceptuando únicamente las regiones cordilleranas que pasan de 1.500 metros, se le encuentra literalmente en todas partes y en toda época del año. Habita también el lado oriental de los Andes desde la provincia argentina de Mendoza hasta Patagonia, pero al igual que aquí sin internarse mucho en la cordillera.
Del mismo corte que una Diuca, pero un poco más chico, el Cometocino de Gay se distingue fácilmente por su plumaje tan diferente, pues sólo la cabeza,
garganta, alas y cola son grises y todo el resto del cuerpo, verdoso arriba y por abajo bien amarillo. La hembra es similar, mas con el amarillo más apagado y las partes grises un poco tiradas al negro.
Esta elegante y simpática avecita es abundante y de extensa distribución en el país, siendo bien conocida no sólo por este motivo, sino también por su plumaje amarillento y canto dulce que le han merecido el nombre vulgar de “Canario”.