Del mismo corte que una Diuca, pero un poco más chico, el Cometocino de Gay se distingue fácilmente por su plumaje tan diferente, pues sólo la cabeza, garganta, alas y cola son grises y todo el resto del cuerpo, verdoso arriba y por abajo bien amarillo. La hembra es similar, mas con el amarillo más apagado y las partes grises un poco tiradas al negro.
Existen tres especies, el del Norte con colores mucho más marcados especialmente el amarillo y el gris que es casi negro (Huasco al norte), el actual y el Patagónico que tiene el manto anaranjado (Aysen al sur). Los juveniles tienen colores más apagados y poca diferenciación en el límite de los colores.
Frecuenta de preferencia las laderas de quebradas densamente vegetadas, especialmente aquellas bien provistas de arbustos semilleros y pequeñas salientes rocosas cubiertas de matorrales de lianas y otras plantas parásitas. En las regiones boscosas muestra preferencia por las partes donde los roces de años anteriores han dado lugar al crecimiento de brotes nuevos.
Debido a este ambiente de matorrales tupidos, se hace bien difícil localizar sus nidos, que por regla general son colocados muy abajo entre las raíces o detritus vegetales al borde de los pequeños barrancos. El nido en sí tiene una circunferencia igual al de la Diuca, pero la taza para recibir los huevos es más chica; es bien construido con pastos de diversas clases y forrado con substancias vegetales blandas mezcladas con crin de caballo.
Los huevos, en número de dos a cuatro, puestos por lo general en noviembre o diciembre, son pronunciadamente más azules que los de la Diuca, variando entre verde claro y verde pálido, y con abundancia de pintas y manchitas gris-purpúreo a café-purpúreo que muestran tendencia a agruparse alrededor de la parte más ancha.
Las imágenes fueron capturadas en la ciudad de Santo Domingo, donde anidaron y criaron al menos 2 posturas.