Fío-Fío

(Alaenia albiceps)

Fig. 1
Fig. 2

De las 40 especies o subespecies de Cazamoscas que habitan tierra chilena, el Fio-Fio es probablemente la más abundante y mejor conocida, encontrándose en todas partes (a excepción de aquellas regiones de las cordilleras que pasan de 2.000 metros) desde la provincia de Atacama (Vallenar) por el Norte hasta Magallanes y Tierra del Fuego por el Sur. Sin embargo, su estadía con nosotros es solamente en calidad de veraneante (desde fines de septiembre hasta marzo), pues al término de la temporada veraniega emprende viaje hacia el Norte y desaparece de nuestro suelo hasta la primavera siguiente.

Durante los meses de invierno se desplaza a las regiones más templadas de la zona amazónica del Perú y desde la costa sur hasta el río Amazonas en el Brasil, llegando en ocasiones aun hasta el Sur de Colombia, pero siempre por el lado oriental del cordón de los Andes.

En verano, además de hallársele en Chile, se le encuentra por toda Argentina desde Catamarca y Tucumán hasta Patagonia y Tierra del Fuego.

Del porte de un Chincol, pero de corte más esbelto y color gris oliváceo casi uniforme, el Fio-Fio sería ave difícil de identificar si no fuera por su canto monosilábico inconfundible que en tono triste repite hasta el cansancio “Fio… fio… fio”. Además, al observarlo de cerca, se ve que tiene una pequeña cresta y dos barras blancas, también delgaditas, en las cubiertas de las alas.

Ave de los bosques, plantaciones, jardines y huertos, el Fio-Fio se alimenta principalmente de insectos, sin desdeñar tampoco las bayas de diferentes clases, semillas y aun los brotes nuevos de los árboles frutales.

La postura se realiza por regla general en el mes de noviembre, aunque a veces se encuentran nidos con huevos en diciembre y aun en enero. El nido lo coloca en algún arbusto tupido, o en regiones donde hay pinos es virtualmente seguro encontrarlo en alguna bifurcación de pino joven – parece que no le gustan los árboles grandes. Consiste de una taza muy cómoda y bien hecha de tallos de pasto, hojas, musgos o líquenes, forrado con todo cuidado con plumas o papo de cardo. La nidada es de tres huevos o de vez en cuando sólo dos. Son típicos de los Cazamoscas blancos con algunas pintas rojizas.

Martin Pescador
Pablo Neruda

Miró Martín desde su rama
y se sumergió Pescador,
bajó Martín Pescador
y pesco Martín Pescador,
bajó Martín, Pájaro Pobre,
y subió rico Pescador
con su carga de plata viva
y algunas gotas de agua azul
porque el pescador Martín
sólo se nutre de arco iris,
de la luz que ondula en el agua:
y luego se sienta y consume
pescaderías palpitantes.

Fig. 3
Fig. 4