TORDO

(Curaeus curaeus)

Fig. 1
Fig. 2

El Tordo es un ave que se ve en todo Chile desde Coquimbo hasta los Estrechos de Magallanes y desde la costa hasta unos 1.500 metros en la cordillera central. A pesar de que alcanza a infiltrarse en territorio argentino en la parte sur de su zona de distribución, debe ser considerado como ave esencialmente chilena, que, tal como el Chucao y las Turcas, llega a simbolizar y caracterizar los campos y serranías de la República.

Su plumaje enteramente negro y tamaño más o menos igual al del Zorzal, hace del Tordo un ave absolutamente inconfundible que todo el mundo reconoce con facilidad. La hembra es idéntica al macho; presentando el plumaje de ambos un brillo metálico.

Frecuenta de preferencia las quebradas densamente vegetadas donde éstas se internan en los campos agrícolas, como también las laderas cubiertas de matorrales y arbustos de los cerros que se elevan a su alrededor.
En la precordillera se le encuentra casi siempre en los valles aguados, pero también se suele verlo volando por las lomas más abiertas. Su alimento es bastante variado, comprendiendo indistintamente materias vegetales y animales. En la época de la siembra hace algún daño a los trigales, pero su intervención es en general beneficiosa para la agricultura por la gran cantidad de larvas y otros insectos nocivos que destruye; al igual que al «Magpie” europeo (Pica rustica), le gusta mucho comerse los huevos o polluelos de otras aves.

Su canto es agradable, y como se domestica con facilidad, es bastante apreciado entre la gente de campo que a veces trata de enseñarle a hablar, tal como en otras partes se acostumbra a hacer con el Loro.

A excepción del corto período de la nidificación que se limita a los meses de Octubre a Diciembre, el Tordo pasa todo el año en bandadas, siendo tal vez el ave más gregaria o sociable que tenemos en el país. El nido es grande y abultado, hecho de palitos, tallos de pastos y otros materiales vegetales y cimentado con barro, pero por regla general tan bien escondido en las partes bajas de los más espesos matorrales, que resulta muy difícil encontrarlo.

La nidada usual es de cuatro o cinco huevos, con tres o seis como
excepción; son similares en tamaño a los del Zorzal, pero más alargados
y de colores muy diferentes, variando desde el azul muy pálido al azul de Etain. Algunas veces llevan pintas y dibujos negros y otras veces ninguna, pero lo más corriente es que tengan sólo una que otra pintita negra muy finita.

Tordo
Pablo Neruda

El que me mire frente a frente
lo mataré con dos cuchillos,
con dos relámpagos de furia:
con dos helados ojos negros.

Yo no nací para cautivo.

Tengo un ejército salvaje,
una milicia militante,
un batallón de balas negras:
no hay sementera que resista.

Vuelo, devoro, chillo y paso,
caigo y remonto con mil alas:
nada puede parar el brío,
el orden negro de mis plumas.

Tengo alma de palo quemado,
plumaje puro de carbón:
tengo el alma y el traje negros:
por eso bailo en el aire blanco.

Yo soy el negro Floridor

Fig. 3
Fig. 4 - Adulto y Juvenil
Fig. 5 - Adulto y Juvenil
Cuándo observar:
Residente