Visitante de invierno que llega del Sur en abril y se va nuevamente en septiembre. Durante su migración invernal llega hasta la provincia de Aconcagua y en esa época, sin llegar a ser abundante en ninguna parte, se encuentran con toda seguridad unos pocos ejemplares en los valles y quebradas de la precordillera, en la región de la costa y aun en los jardines de las ciudades del Valle Central.
El Mirlo que compartía con el Pato rinconero la triste fama de ser las únicas aves totalmente parasitarias, hasta 2010 en que aparecen los primeros registros de Mirlo de pico corto, también parasitario.
De las 40 especies o subespecies de Cazamoscas que habitan tierra chilena, el Fio-Fio es probablemente la más abundante y mejor conocida, encontrándose en todas partes (a excepción de aquellas regiones de las cordilleras que pasan de 2.000 metros) desde la provincia de Atacama (Vallenar) por el Norte hasta Magallanes y Tierra del Fuego por el Sur.
Muy abundante desde Coquimbo hasta Aysen y ocasional en Atacama y el territorio magallánico, esta Tórtola es, sin duda, el ave de caza chilena por excelencia. Se la encuentra por igual en todas partes del Valle Central, en la zona de la costa y hasta unos 2.000 metros en la cordillera de los Andes.
Algunas especies de esta familia son las aves más pequeñas del mundo. Generalmente son de colores vivos con brillos metálicos. El pico puntiagudo y la lengua sumamente larga y extensible son apropiados para extraer el néctar de las flores que constituye su alimento.
El Rayadito, visto de cerca, es, como ya se ha dicho en la descripción del género, una de las avecitas más bonitas de todo Chile. El hecho de que no sea más conocido sólo puede atribuirse a sus costumbres arbóreas y a la naturaleza especializada del «habitat» que frecuenta.
Si conceptuamos «abundancia» en términos del número de individuos que habitan un espacio o territorio determinado, entonces la Diuca es, sin lugar a dudas, el ave más abundante en toda la extensa zona comprendida entre el Sur de Coquimbo y Aysen, pues exceptuando únicamente las regiones cordilleranas que pasan de 1.500 metros, se le encuentra literalmente en todas partes y en toda época del año. Habita también el lado oriental de los Andes desde la provincia argentina de Mendoza hasta Patagonia, pero al igual que aquí sin internarse mucho en la cordillera.
El Queltehue se cuenta entre las aves mejor conocidas de Chile, siendo habitante familiar de los potreros y campos regados y acostumbrándose a la vida semi-doméstica de los huertos y jardines con toda facilidad.
El Tijeral, sin ser ave abundante es una especie que, sabiéndola buscar, puede ser encontrada sin mayores dificultades en toda la zona de su distribución que comprende desde la provincia de Coquimbo por el Norte hasta Llanquihue por el Sur, y desde la costa hasta una altura de más o menos 2.000 metros en la Cordillera de los Andes.
El Cachudito o Torito es residente y bastante común desde el valle del Copiapó (Atacama) hasta Valdivia y la Isla de Chiloé, habitando de preferencia las regiones forestales, pero viviendo también en los valles y laderas semiáridas de la precordillera central hasta una altura de unos 2.000 metros, y en las partes vegetadas del “Norte chico” (Coquimbo y Atacama). En invierno se le ve a menudo en los jardines de Santiago y otras ciudades de la zona central.