El Platero, sin ser común, se encuentra en cierta abundancia desde Atacama hasta Valdivia, habitando en calidad de residente tanto la región de la costa como el Valle Central y faldeos de la cordillera hasta una altura de unos 2.000 metros.
De Aconcagua al Sur el Tiuque (Chimango en Argentina) es una de las aves más abundantes que tenemos en el país. De las dos subespecies, la presente se encuentra desde Atacama -donde es bien escasa- hasta Ñuble y Concepción, y la otra desde allí hasta Magallanes y Tierra del Fuego.
Entre las rapaces chilenas el Aguilucho es, sin duda, una de las que se ve en mayor número en un territorio más extenso, pues su zona de distribución se extiende desde Arica hasta Magallanes y Tierra del Fuego y desde unos 4.000 metros en la cordillera hasta orillas del mar.
De plumaje totalmente blanco en período no reproductivo y con plumas ocres en nuca, dorso y pecho en plumaje reproductivo. Pico amarillo, cuello corto y grueso, patas oliváceas negruzcas con garra posterior que destaca durante el vuelo.
Tal como la Turca y el Tapaculo caracterizan y simbolizan los faldeos y quebradas de Chile central, el Chucao y el Hued-Hued contribuyen individualizar los bosques y selvas de las regiones sureñas. El epicentro de su zona de distribución está en las provincias de Valdivia, Llanquihue y Chiloé, donde es ave muy abundante y conocida por todo el mundo, pero llega también en dirección Sur hasta el Golfo de Penas y en dirección Norte hasta el río Bío-Bío.
Ave relativamente abundante en la parte sur de su zona de distribución, que de Magallanes y Tierra del Fuego se extiende hacia el Norte hasta Aconcagua en calidad de residente y hasta Atacama como visitante de invierno, el Diucón se va poniendo más escaso a medida que se aleja de las tierras australes. Vive tanto en la costa como en el Valle Central y la precordillera hasta unos 1.500 metros de altura.
La distribución del Yal es bien extensa, encontrándose en Chile desde Arica hasta por lo menos Llanquihue, en Bolivia occidental y en Argentina desde Tucumán y Catamarca por el cordón de los Andes hasta Patagonia.
De los Carpinteros chilenos, el Pitío es sin lugar a duda el más común. Se le encuentra en sitios apropiados a sus costumbres desde el Sur de Coquimbo hasta las Islas Guaitecas y el Aysen, habitando tanto la región de la costa como el Valle Central y la precordillera hasta unos 2.000 metros, y aumentando considerablemente en número desde el Bío-Bío al Sur.
Esta ave es muy conocida por los campesinos del Valle Central, desde Aconcagua y Santiago hasta Valdivia, pues tiene por costumbre meterse en los campos recién arados en busca de gusanos. La gente la reconoce fácilmente por el pico encorvado que le ha merecido el nombre de «Bandurrilla», por su similitud de forma con el de la «Bandurria», un pájaro grande y abundante conocido por todo el mundo.