En Chile esta especie del Pato rana se encuentra sólo desde el Sur de Atacama (río Huasco) hasta Llanquihue y únicamente en el valle y zona de la costa, pues no hay constancia alguna de que suba a las lagunas cordilleranas como lo hace su pariente cercano el Pato rana de pico ancho (Oxyura ferrugínea). Habita también en el Sur del Brasil, Paraguay, Uruguay y desde la frontera septentrional de Argentina hasta Tierra del Fuego.
De plumaje totalmente blanco y provista de largas plumas satinadas o «egrettes» que le nacen de la parte alta del dorso y cubren toda la cara superior del cuerpo en forma de manto, esta Garza es menos abundante en Chile que su pariente más pequeño, la Garza chica, pero en cambio su área de distribución es mayor, abarcando todo el país.
Oriunda de California e introducida por primera vez en Chile en el año 1870, la Codorniz se ha aclimatado perfectamente en la zona central, o sea desde Coquimbo hasta la línea del río Bío-Bío, llegando a ser relativamente abundante en esta parte del país.
El Huairavo es por mucho la mejor conocida de las aves zancudas que habitan en nuestro país. Se encuentra desde Atacama hasta Tierra del Fuego y desde las lagunas cordilleranas hasta la costa. La presente raza, caracterizada por su plumaje en general más oscuro, puede considerarse endémica en Chile.
Es este el Churrete que más se aleja del agua, hallándose a veces en potreros y otros campos regados; es, además, el de distribución más extensa, pues se encuentra en todo el territorio, desde Atacama hasta Tierra del Fuego y desde la costa hasta una altura de 3.500 metros en la cordillera. En la mayor parte de todo este territorio es ave residente, aunque de la zona magallánica desaparece casi del todo durante el invierno para volver a aparecer a la entrada de la primavera.
El Chuncho es por mucho la más pequeña de las aves de rapiña que viven en Chile, encontrándose desde el Norte de la provincia de Atacama (Vallenar y Copiapó) hasta Magallanes y Tierra del Fuego. Aunque más diurno en sus costumbres que la mayoría de las Rapaces nocturnas, no se le ve muy a menudo, seguramente por su misma pequeñez, vuelo silencioso y costumbre de posarse inmóvil entre las ramas de los árboles.
De las 40 especies o subespecies de Cazamoscas que habitan tierra chilena, el Fio-Fio es probablemente la más abundante y mejor conocida, encontrándose en todas partes (a excepción de aquellas regiones de las cordilleras que pasan de 2.000 metros) desde la provincia de Atacama (Vallenar) por el Norte hasta Magallanes y Tierra del Fuego por el Sur.
Tal como la Turca y el Tapaculo caracterizan y simbolizan los faldeos y quebradas de Chile central, el Chucao y el Hued-Hued contribuyen individualizar los bosques y selvas de las regiones sureñas. El epicentro de su zona de distribución está en las provincias de Valdivia, Llanquihue y Chiloé, donde es ave muy abundante y conocida por todo el mundo, pero llega también en dirección Sur hasta el Golfo de Penas y en dirección Norte hasta el río Bío-Bío.
La Loica es otra ave muy conocida y de extensa distribución en Chile, encontrándose desde el Norte de la provincia de Atacama (Copiapó) hasta Magallanes y Tierra del Fuego, y desde la costa e islas adyacentes hasta una altura de 2.500 metros en la cordillera.
El Gaviotín elegante es un visitante estival, lo podemos encontrar en verano en las orillas de playas, y desembocadura de ríos.