Visitante de invierno que llega del Sur en abril y se va nuevamente en septiembre. Durante su migración invernal llega hasta la provincia de Aconcagua y en esa época, sin llegar a ser abundante en ninguna parte, se encuentran con toda seguridad unos pocos ejemplares en los valles y quebradas de la precordillera, en la región de la costa y aun en los jardines de las ciudades del Valle Central.
De plumaje totalmente blanco y provista de largas plumas satinadas o «egrettes» que le nacen de la parte alta del dorso y cubren toda la cara superior del cuerpo en forma de manto, esta Garza es menos abundante en Chile que su pariente más pequeño, la Garza chica, pero en cambio su área de distribución es mayor, abarcando todo el país.
Esta Garza también se había puesto muy escasa con la persecución que estaba a la orden del día a principios del siglo XX, pero desde el momento en que sus plumas dejaron de tener valor comercial, ha aumentado en número en forma notable, pudiendo ser conceptuada hoy día como ave numerosa por toda la zona central y sur-central del país.
Oriunda de California e introducida por primera vez en Chile en el año 1870, la Codorniz se ha aclimatado perfectamente en la zona central, o sea desde Coquimbo hasta la línea del río Bío-Bío, llegando a ser relativamente abundante en esta parte del país.
Pariente muy cercano del jergón grande, el Pato gargantillo es de distribución más septentrional (norte), pues habita desde el Sur de Estados Unidos y Méjico por América Central y Las Antillas hasta la Pampa central argentina. A Chile llega sólo en forma esporádica.
Después de la Diuca, el Chirigüe es probablemente el ave más abundante de Chile. Se le encuentra en todas partes y en toda época del año desde Atacama hasta Chiloé, Aysen y las Islas Guaitecas, pero, al igual que el Jilguero, no sube más allá de unos 1.500 metros en la cordillera.
De las tres especies de Pilpilenes que habitan las costas chilenas, una, de color negro, abarca todo el país desde Arica hasta el Cabo de Hornos, mientras que las otras dos, de plumaje blanco y negro, se dividen el litoral entre sí, correspondiendo a la presente especie el sector norte de Arica hasta Chiloé y a la otra desde esta misma isla hasta Tierra del Fuego. La presente especie sigue también por toda la costa del Perú y parte de la del Ecuador.
Este Gaviotín, se encuentra por toda la costa desde Perú hasta las Regiones centrales de Chile, en menor número que el sudamericano. Se le ve en especial abundancia en roqueríos y peñascos cercanos a la costa. También visita puertos y caletas aprovechando los desechos de los pescadores.
La presente subespecie de Blanquillo es la más común en las provincias centrales, encontrándose tanto en las lagunas cordilleranas, del valle central y aun ocasionalmente en el mar. Se ve aislado, en parejas o en bandaditas, a veces hasta de 20 ejemplares. En el Sur y región austral parece ser menos común.
Aunque esta Gaviota llega durante los meses de invierno tan al Norte como Arica por el Pacífico y hasta Alagoas, Brasil por el Atlántico, el epicentro de su distribución está mucho más al Sur, en las regiones australes de Argentina y Chile y en las Islas Malvinas. Como ave residente se extiende desde las provincias de Santiago y Valparaíso en Chile hasta la costa uruguaya.