El más común entre los Playeros de gran tamaño que nos visitan con regularidad y muy fácil de distinguir por su pico largo y pronunciadamente encorvado hacia abajo, el Zarapito puede ser observado durante el verano por toda la costa desde Arica hasta el archipiélago de Los Chonos y el istmo de Ofqui; muy rara vez penetra al interior. Se le ve generalmente en pequeños grupitos, pero de vez en cuando y muy especialmente en estuarios y desembocaduras de ríos estas bandadas alcanzan proporciones muy apreciables. Del porte de un Queltehue, pero de cuerpo más esbelto y cuello más largo, el Zarapito se distingue por su color pardo aperdizado, pico encorvado inconfundible y grito fuerte y penetrante.

Este grito que lanza casi siempre al emprender el vuelo viene a ser como un término medio entre el del Pitotoy y el del Pilpilén, siendo parecido también al de la Perdiz, lo que explica que sea conocido por los nombres de «Perdiz de Mar» y «Perdicilla».

Se alimenta principalmente de pulgas de mar y de toda clase de crustáceos, lombrices, larvas, etc., que captura al recorrer las playas y pozos de agua con su elegante figura y pico encorvado.

No obstante, la idea muy generalizada entre los pescadores de nuestras costas de que el Zarapito anida en Chile y el hecho innegable de que algunos ejemplares aislados se quedan entre nosotros todo el año, es completamente seguro de que no nidifica nunca en el hemisferio sur, sino exclusivamente en las tundras septentrionales.