De plumaje totalmente blanco y provista de largas plumas satinadas o «egrettes» que le nacen de la parte alta del dorso y cubren toda la cara superior del cuerpo en forma de manto, esta Garza es menos abundante en Chile que su pariente más pequeño, la Garza chica, pero en cambio su área de distribución es mayor, abarcando todo el país. Ave de lagunas, ríos y vegas, y esencialmente gregaria, la Garza grande vive en pequeños grupos, que cambian continuamente de sitio en busca de los pececillos, sapos y camarones que constituyen su alimento preferido. De día se la ve generalmente en compañía de Garzas chicas, pero de noche se juntan en grupos más numerosos para ir a dormir a la copa de árboles altos donde tienen verdaderos dormitorios que son usados de continuo. Su vuelo es lento y con el cuello encogido y las patas extendidas hacía atrás.

Anida, por lo general, en colonias en pajonales de lagunas, construyendo su nido de palitos secos entrelazados con juncos y totoras y en la parte más espesa del pajonal. Pone a fines de noviembre o en diciembre, de tres a cinco huevos de color azul celeste claro. La mayoría de las veces lo hace asociada a colonias de la Garza chica, pero estando éstas un tanto separadas unas de las otras, sin advertirse señales de rivalidad entre ellas.