El Nuco es una de las aves más cosmopolitas que existe, pues la especie se encuentra por todas las Américas, región pale ártica de Europa, Asia, Norte de África y Arabia.
En Chile, sin llegar a ser común, el Nuco se encuentra en mediana abundancia desde la provincia de Atacama hasta Magallanes, Tierra del Fuego e islas del extremo sur del Continente; también vive en la isla de Masatierra.
Del porte del Tiuque y de color amarillento jaspeado muy bonito, el Nuco puede ser identificado sin dificultad por su aspecto inconfundible de Lechuza y por el ambiente especializado en que vive. Ave muy silenciosa durante el resto del año, en la época nupcial emite una serie de ladridos, chillidos y silbidos que se hace difícil creer que puedan emanar de un ave.
Casi tan diurno en sus costumbres como el Pequén, el Nuco es habitante de las vegas y bajíos, pajonales de lagunas, y terrenos pantanosos en general, en cuyos alrededores es cosa corriente sorprenderlo en el suelo, escondido entre las totoras, desde donde alza su vuelo para volver a caer al poco rato en otro sitio similar. Su alimento consiste en los pequeños mamíferos y aves que viven en el ambiente de su selección, los que caza, por regla general, en las últimas horas de la tarde, recorriendo de un lado a otro con vuelo silencioso y, al parecer, tambaleante, y de cuando en cuando manteniéndose estacionario en el aire a la usanza del Vari o del Bailarín, para en seguida dejarse caer sobre su presa y llevarla a su escondite favorito para ser desmenuzado у comido según su conveniencia.
Como sería de esperar de un ave de costumbres tan terrestres, el Nuco anida en el suelo en medio del pasto largo, champas de totora o a veces en pleno pajonal. Pone de cinco a siete huevos blancos, prácticamente del mismo largo que los de la Lechuza blanca pero más anchos o redondeados. El tiempo de la postura se prolonga desde octubre hasta diciembre o enero.