HUALA

(Aechmofhorus major)

Fig. 1
Fig. 2

De los cinco miembros de esta familia que habitan nuestro país, la Huala es el más grande y probablemente el más conocido. Es llamado así por su grito lastimero y triste, que se parece al maullido de un gato. No hay dimorfismo, siendo el macho levemente más grande que la hembra. La Huala se encuentra en lagunas, ríos, estuarios y aun en la costa, desde Coquimbo hasta Tierra del Fuego, mas no asciende a la cordillera. Abundante en la zona boscosa del Sur, se reduce mucho en número tanto hacia el norte como en la región austral. Suele verse también en el mar, especialmente cerca de la desembocadura de ríos.

A primera vista la Huala podría ser confundida con alguna especie de pato, pero su cuerpo esbelto y cuello tan largo y delgado, así como su pico afilado y el hecho de que nada muy bajo en el agua la hacen inconfundible. De los demás miembros de la familia se distingue por su gran tamaño.

La Huala pasa su vida, casi entera, en el agua nadando con gran rapidez, y como zambullidor no tiene rivales. Vuela difícilmente y sólo cuando se ve muy acosada o está obligada a emigrar. Anda también muy torpemente, pues sus patas están colocadas tan atrás que sólo sirven para nadar, pudiéndose decirse que se acerca a la orilla sólo cuando debe subir a sus nidos flotantes.

Se alimenta de plantas e insectos acuáticos, así como también de pececillos y alevines, los que obtiene zambulléndose. Ha sido sin duda esta costumbre la que ha dado origen a la creencia que existe entre los Mapuches de que la Huala, al sentirse herida, se suicida aferrándose a plantas sumergidas y no saliendo más. En realidad, puede permanecer largo tiempo y recorrer buena distancia bajo el agua antes de volver a la superficie. Generalmente anda en parejas o solitaria, pero de vez en cuando se le ve en bandadas de 10 y hasta 15 a la vez.

Como sería de esperar de un ave de semejantes costumbres, construye un nido de totora y plantas acuáticas que arranca del fondo. Pone de cuatro a seis huevos elípticos, que cuando son frescos son de un blanco azulado, pero que se van poniendo cada vez más descoloridos por la descomposición de la materia vegetal en que descansan y el trajín de las aves.

A la menor señal de alarma, cubre rápidamente los huevos con el material del nido y se desliza al agua, de manera que a la primera mirada se ve sólo una plataforma de totora pisoteada, y únicamente después de revisar la capa superior y levantar la materia vegetal, totora, etc., se distinguen los huevos escondidos.

En las provincias centrales la postura comienza en octubre y más al
Sur en noviembre.

A continuación, un poema de
Lorenzo Aillapan Cayuleo,
Poeta y hombre pájaro Mapuche,
obtenido del libro;
Üñümche – Hombre Pájaro
(editorial Pehuén, 2003)

La Huala

Antiguamente habían numerosas pájaros Huala
ahora están en vías de extinción y andan algunitos
en el río Chol Chol, en ese lugar
hay una comunidad con este nombre
así es Hualacura de verdad para siempre
donde existió pololeo del hombre Pájaro mapuche.

Al igual que una hembra humana llora desconsoladamente
esta ave llora y llora y canta su canción
al desaparecer la pareja, al morir los polluelos –estar ausente
aquí en el lago Budi, al desembocar
las aguas del lago en el mar a la salida del Invierno
se ven arrastrados por la corriente nidos con huevos.

Todos los años sucede este fenómeno natural
por eso siempre llora y llora por la desgracia
la hembra Huala está desolada y siente
los polluelos arrebatados por la corriente
hacia la desembocadura del Budi, hacia el Gran Océano
por eso llora la Huala desconsoladamente.

Fig. 3
Fig. 4
Fig. 5
Categoría(s):
Ríos y lagunas