La Rara es un ave muy conocida entre la gente del campo que vive principalmente en toda la zona agrícola de Chile, pero penetrando también hasta Atacama por el Norte y hasta la isla de Chiloé y Aysen por el Sur; sin embrago no llega a ser realmente abundante en ninguna parte del país.

En las provincias centrales es residente permanente, encontrándose desde la costa hasta unos 2.000 metros en los valles de la precordillera; en cambio más al Sur, aunque más abundante en ciertas épocas del año que en otras, parece que es simplemente visitante de verano.

Algo más grande que la Diuca, pero considerablemente más chica que el Zorzal, la Rara macho agrada mucho por la hermosura de sus colores que contrastan fuertemente con el plumaje modesto de la hembra. Para identificarla basta fijarse en el color ladrillo de toda la cara inferior, desde la garganta hasta la cola, la mancha del mismo color en la rabadilla y la cola, y la franja blanca muy visible en las alas, características que se pueden apreciar muy bien en las imágenes. El iris es muy llamativo por ser también naranjo ladrillo. Otra manera infalible de identificarla es por su «canto” metálico y muy raspado, que sólo para la Rara hembra puede tener pretensiones de melodía. Este “canto” lo reserva para la primavera y verano, y lo emite casi siempre desde la cima de un arbusto o árbol frutal.

Ave de los campos cultivados, huertos y jardines, y única representante en Chile de una familia netamente sudamericana que consta de sólo cuatro especies, la Rara tiene muy mala fama por ser considerada dañina para la agricultura. Es cierto que corta los brotes tiernos, usando sus mandíbulas como serrucho, pero como no es tan abundante solo afecta granjas o cultivos familiares.

Los sitios favoritos para el nido son las bifurcaciones de árboles frutales en los huertos, pero lo coloca también en arbustos cuando éstos tienen una altura suficiente. El nido es construido casi enteramente de fibras de raíces, las más gruesas y ásperas en su exterior y las más finas sirviendo de forro, lo que por cierto da por resultado un acabado bastante tosco y, sería de suponer, poco confortable.

La época de la postura comienza en octubre y termina en diciembre. Los dos a cuatro huevos son de color verde claro con unas pocas pintas, principalmente alrededor del polo obtuso, negras o café negruzcas y una que otra leve insinuación de lila.