Muy conocida de la gente de campo por su gran tamaño, colores llamativos, pico largo y encorvado, y grito metálico, la Bandurria se extiende desde el Norte de Atacama (Vallenar y Copiapó) hasta Magallanes y Tierra del Fuego, llegando a ser casi numerosa en las provincias meridionales. En el Norte se interna, a veces, hasta 2.000 a 2.500 metros en la cordillera, mas no así en las provincias centrales donde rara vez sale de los llanos del Valle Central y región de la costa. En cambio, más al Sur, donde la cordillera es mucho más baja, llega a atravesarla con toda facilidad.
De aspecto y estructura muy especial, como es dable apreciar a la simple vista de la fig X, la Bandurria se cuenta entre las aves más fáciles de reconocer y si a este aspecto se agrega su extraño grito metálico, a semejanza de un rechinamiento, emitido de vez en cuando mientras anda por el suelo comiendo y más a menudo al pasar las bandadas por encima en sus continuos viajes entre un campo alimenticio y otro, desaparece por completo toda posibilidad de duda o confusión.
Alimentándose de sapos, renacuajos, lombrices, insectos, y otras formas de vida acuática, frecuenta de preferencia los terrenos pantanosos a orillas de lagunas, pero concurre también a los campos arados las siembras. De temperamento sociable y fácil de domesticar, vive en bandadas sueltas que rara vez alcanzan a ser numerosas; aunque bastante confiadas cuando no son molestadas, en las regiones más pobladas las bandadas saben cuidarse muy bien, dando con su famoso pitazo metálico la voz de alarma desde mucha distancia a todos los pobladores alados del vecindario.
En marcado contraste con su pariente cercano el Cuervo de Pantano, la presente especie no anida en los pajonales de las lagunas, sino que se retira a los cerros y allí sobre grietas o anaqueles de los grandes riscos coloca sus nidos en pequeños grupos de 10 ó 20 parejas a la vez. Los nidos son construidos de palos secos y tallos de pastos bien voluminosos y mal terminados. Dos o, más a menudo, tres huevos forman la nidada; se parecen algo a huevos de pavo-blanquizcos y con pintitas finitas de color café claro.
En el Norte y Centro del país la postura empieza en octubre y termina en diciembre, en las regiones del sur es más tardía.